TALLER SOBRE LA ELABORACIÓN DE QUESOS.
El pasado Martes 30 de Octubre de 2012, dos trabajadores de
La Granja del Cabildo de Gran Canaria, vinieron al CEO Rey Juan Carlos I a
impartir a 4º ESO un Taller sobre cómo se deben elaborar los quesos así como las variedades y diferencias entre ellas.
Nos empezaron explicando el proceso, que comienza poniendo la leche en un recipiente, para preparar la
cuajada. Como hicieron la demostración con leche de vaca, primero se calentó a
una temperatura ideal entre los 32 y 35 ºC. Hace años, preparaban la cuajada
con la enzima del estómago del ganado del que escogieran hacer la leche. Pero
en la actualidad, se hace añadiéndole unos sustitutos microbiológicos
elaborados en laboratorios. Se le añade la cantidad dependiendo de la leche que
será utilizada, y se deja reposar.
Cuando la cuajada está lista, se deshidrata (se separa la
cuajada del suero). Con el suero sale el agua y los glúcidos; y en la cuajada
se quedan las proteínas y los lípidos.
A continuación, se pone un pañuelo de tela en recipientes
agujereados, con la forma que se quiera. Luego se reparte la cuajada y se
empieza a apretar, para asegurar que si queda algo de suero, salga por los
orificios que tiene el recipiente.
Cuando ya la cuajada está más sólida, sin suero y ha
adoptado una forma se saca del recipiente. Se pone el queso en papel film y se
echa la cantidad de sal que se desee.
Debe permanecer en la nevera unas horas para que acabe de
formarse y absorba la sal.
Al acabar con la elaboración nos dieron algunos datos sobre los tipos de quesos:
Primero nos hablaron sobre el queso mozzarella, proveniente
de Italia.
La mozzarella proviene de la leche de búfalas. Normalmente
más utilizadas en las buenas pizzas de Italia. Aunque ya la tradición viene
desde hace siglos atrás; tuvo que ocurrir una enfermedad entre las vacas, para
recuperar la tradición y volver a usar la leche de búfala. Los italianos se
dieron cuenta de que, las búfalas no eran tan costosas de ordeñar, y que ese
tipo de queso, le daba un toque sofisticado a sus comidas típicas.
Y para acabar, nos hablaron del queso azul, que según
contaron, el queso no contiene parásitos como muchas personas creen. El color
del queso proviene de los lactobacilos, un tipo de bacterias que se daba en las
cuevas de los antiguos habitantes. La población comenzó a probar el queso y
decidió aumentar su comercio. Para ello, en el proceso de secado de los quesos, llenaban las cuevas
de pan, para que las bacterias crecieran y se integrasen en el queso. Hoy en
día en laboratorios, también le añaden hongos de la familia pennicilium, para
darle un toque de acidez.
Realizado por:
María Rodríguez López(4º ESO)
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